miércoles, mayo 03, 2006

el dia menos pensado...

por que esperamos el dia menos pensado para realizar ese acto que tanto tememos y que significara un cambio en nuestras vidas?, por que esperamos un descuido de la razon para aventurarnos al vuelo?. De niño me gustaba saltar, dar saltos desde cierta y considerable altura, mis papas lo sabian y siempre me advertian cuando salia a la calle., saltaba de la barda, hacia la otra barda, del techo de la casa, de los barrancos del parque hundido, el salto era un vuelo corto, pero al fin vuelo, mi buen amigo E me acompañaba siempre y de seguro seguiriamos aventurandonos de no ser por la prematura muerte de mi amigo. Cuando saltabamos E y yo, nos tomabamos nuestro tiempo, fijabamos el punto de nuestra caida, de alguna manera al verlo durante un rato el punto nos parecia mas cerca, nuestro cuerpo estaba quieto, nuestros pensamientos se detenian, hasta que de repente... volabamos, en efecto burlabamos a la razon, esa que te impide volar. Creci y me volvi esclavo de la razon. la razon nos lleva por caminos mas o menos claros, mas o menos iluminados, con algo de esfuerzo podemos anticipar el resultado de tal o cual accion o eleccion que tomemos y dependiendo de la personalidad de cada quien o de la audacia se avanza de aqui a alla, cuando el camino se torna dificil siempre cabe la posibilidad de dar vuelta o librar el obstaculo. En el corazon o los modos de actuar de este son espantosos, nos exige andar a ciegas, correr en total oscuridad a campo traviesa, las decisiones tomadas con el corazon son un acto de fe, y la razon aqui en vez de ayudar estorba y entumece, tensa los musculos y nos limita en movimientos, nos pone a temblar. El corazon dice que te lances volando desde un precipicio, la razon dice que caeras. Una mala decisión con el corazon, nos hace caer, nos evidencia, nos pone en peligro, en ridiculo, nos puede marcar para siempre, casi siempre la razon nos hace dudar en el ultimo momento y plas!, caemos, aquel que quiera aventurarse y ganar debe dejar su razon a un lado y volar, lastima que yo no sea de esos lastima que mi concha sea tan grande y la cargue para todos lados, lastima que cuando la veo no le digo nada por temor a caer, en el filo del precipicio se que caere y mejor doy la vuelta y me voy, despues de todo es lo mas razonable no?. hoy estoy escuchando a Cafe Tacuba, diseño unas oficinas de 900 m2, visto de azul, pantalon de mezclilla, camisa de manga larga de cuadritos y arremangada, el pelo muy corto, me lo corte el lunes.

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