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Nuestro deseo por cambiar esta acompañado generalmente por un amasijo de dudas, esta, la duda, es una de las mejores herramientas de la existencia, se utiliza en pequeñas porciones de vez en vez de cuando en cuando, y sus efectos son inmediatos, tomese generalmente de noche, cuando la luna se ve a medias (dudosa), en luna llena la duda extrañamente no es muy efectiva y mas bien esos momentos los deja uno para la accion, esta, antagonica de la duda. Aclarado el parentesco de la accion y duda, cabe decir que la duda nunca deberia anteceder a la accion, pero sucede que nuestro funcionamiento a veces es defectuoso, y generalmente nos llenamos de dudas antes de dar un paso. La despotricada duda es en casos de cambios severos muy buena solucion, sirvase de esta como detonador de nuevas esperanzas cuando la cotidianidad haya tomado posiciones insostenibles, la duda es detonador de cambio, incitador de renovacion, nos quita a veces de tajo, del escombro que cargamos a cuestas..., es el terror de lo ya elegido. Para aquellos que la accion es un problema casi genetico, no esta todo perdido, existe un comodin (hay que dar gracias) del que no tenemos control, este llamado generalmente "azar" es tambien muy menospreciado, a pesar de que si no fuera por el, la mayoria contaria su vida en un minuto, habiendo ganado solo el sueño de su interlocutor. El azar nos rescata de nuestro temor a elegir y nos salva, nos empuja a vivir, elijamos o no, de repente sin ser invitado hace que nos tambaleemos al filo del comodo alfeizar (siempre quise usar esa palabra) de la ventana..., lo que a veces resulta en mejores decisiones. Asi nuestra vida navega por el mar del devenir elijamos o no, las olas suaves o salvajes del devenir nos llevan de aqui a alla, sea al fin causa de nuestras decisiones o del bendito... o si, azar!.