lunes, febrero 09, 2009

cerdos

La necesidad (o angustia) actual de alcanzarlo todo, de verlo todo, de no perderse nada. Nos lleva rápidamente por un recorrido vertiginoso del acontecer del mundo y a conocer mas, si también, de las cosas que nos interesan. Este paseo que tomamos voluntariamente nos lleva como en una librería en la que vemos increíbles y exquisitas ediciones de libros seductores con títulos irresistibles con las que saciamos nuestra vista y al comprarlos nuestro ego., definitivamente la antología de Jorge Luis Borges de la librería de viejo, no se ve tan atractiva como este exquisito libro de los diseñadores mas jóvenes del mundo, con fotografías a todo color con ese acabado tan no se que que no se como hace se vean tan nuevecitas.Este tornado de imágenes seductoras, tan difíciles de asir sin los medios tecnológicos actuales, representan si bien la posibilidad de masificar el conocimiento, también la perdida del valor intrínseco, cambiando el valor universal de lo trascendente por el valor intrascendente de lo que esta de moda, coleccionamos en nuestras mentes un completo y vistoso catalogo de titulares novedosos pero rápidamente guardamos su contenido en nuestras cada ves mas espaciosas estanterías de megabytes, para así continuar pendientes como cerdos insaciables, del próximo festín de información.

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