sábado, julio 19, 2014

Ventana

Una noche de un 27 de junio descubrí por casualidad entre viejos libros de un amigo arquitecto -con el que estaba bebiendo unas cervezas-, uno que contenía algunas curiosidades sobre los elementos de una casa, hojeándolo descubrí un hecho que de alguna manera empezaba a entrever en mi quehacer arquitectónico., “…las ventanas – decía- deben ser grandes y fáciles de abrir desde dentro, el uso verdadero de estas no es el de iluminar o ventilar, sino uno ya olvidado pero verdaderamente más útil, el de escapar, de tal modo que deben estar diseñadas y orientadas para proveer de una salida rápida en caso de una eventual emergencia y el usuario pueda liberarse lo más pronto posible por la ventana.”
Incluía también una breve lista de las más socorridas eventualidades y una de ellas era la de salir sin ser visto por el conyugue., propietario de la casa.

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